Como no frenar algo que ya sabíamos...

A la hora de hablar de Italia, varias son las palabras que a uno le vienen a la mente: talento, tiro, clase, NBA y , siempre por delante, caos. Y en la última es en la que más tiempo he invertido a la hora de publicar esta nueva entrada tras tiempo alejado del blog. Nuestra selección se presentaba ayer en el O2 de Berlín con la casi obligación de ganar a la selección transalpina para luchar por la segunda plaza del grupo de la muerte en el Eurobasket 2015.

Cualquiera que siga la competición americana de forma constante conocerá al dedillo al quinteto inicial de los italianos. Un grupo que para muchos conforma el mejor ataque de toda la competición si tiene "uno de sus días". E insisto en esto porque parece que España, a diferencia de lo que  la mayoría ya sabía, no conocía a los italianos de la misma forma. Con el capitán Datome baja por lesión todo el torneo, la selección de Pianigiani perdía el único recurso diferente que el ex jugador de Boston y Detroit, ahora en las filas de Fenerbahçe, daba a una selección encorsetada en el lanzamiento exterior y aclarados continuos a canasta. El juego al poste de Luigi era el arma alternativa que en un momento dado podía sorprender a la selección entrenada por Scariolo. Pero no fue el caso. 

Italia arrancó el partido proponiendo su estilo de juego habitual, pero esta vez con el acierto que se le presupone a una selección con tanto talento ofensivo. Mientras tanto, nuestra selección tenía las cosas claras al inicio, balones al poste a un Pau Gasol imparable y machacar ese recurso una y otra vez hasta que Italia llegase a una de sus conocidas pájaras en ataque. Pero a diferencia de lo que viene siendo habitual en los últimos años, esa pájara no llegó. Y España se quedó sin un sólo recurso frente a una maquinaria italiana que incluso por momentos movió el balón con sentido buscando posiciones extracómodas para la noche soñada por Marco Belinelli y Danilo Gallinari. De ambos se conocía su potencial, pero la inexistente defensa exterior más allá del trabajo de Ribas y San Emeterio propiciaban una y otra vez tiros cómodos de las metralletas transalpinas. 

FOTO: La Gazzeta dello Sport
A pesar de ello, no olvidemos que nosotros tenemos a Pau. Y es que a pesar de contar con el para muchos mejor jugador del campeonato, la desidia con la que los jugadores ceden la responsabilidad única y claramente al jugador de los Bulls transforma una selección con talento individual en una comparsa que piensa al unísono que la situación la va arreglar sólo él. El Chacho, horrible en la dirección, y unos desaparecidos Llull y Rudy volvieron a decepcionar en un partido en el que tenían que mostrarse como referencias alternativas a un plan inicial que Italia supo contrarrestar a la perfección. Tan sólo un Mirotic mal aprovechado mostró ese nivel referencia en los últimos minutos del encuentro, cuando incomprensiblemente Scariolo decidió dar el partido por perdido y retirar a Pau.

España comenzó a jugar el P&R con Mirotic, recibiendo balones en el poste bajo y continuaciones, donde destrozó en tres jugadas consecutivas a una Italia desatada mientras Gallinari dejaba una y otra vez esos símbolos de ganador que corren por sus venas en cada canasta de los italianos. Y es que si el partido de Belinelli desde más allá del arco fue de quitarse el sombrero, lo de Il Gallo fue más allá. Dominador absoluto en todas las facetas, el alero de los Nuggets es feliz en la posición de 4 FIBA. Sin un defensor de su perfil en las filas españolas (Claver no cuenta...), Gallinari supo crear, finalizar y poner ese punto de rabia y competitividad que convierte a Italia en ese equipo capaz de dar la sorpresa a cualquiera. Recuperado a 100%, el italiano controló el tempo del encuentro durante los 40 minutos, y esta vez, sin problemas de faltas, Italia pudo tener a su referencia sin preocupaciones. 48 de valoración y segundo MVP en tres encuentros para un jugador que este año ratificará con juego el suculento contrato que Denver le firmó este verano.


Mientras tanto España miraba, calmadamente pero perdida, como un plan que ya conocían sobradamente les hacía daño una y otra vez. Sin margen de recuperación, pasando bloqueos por detrás una y otra vez y sin ambición en el rebote defensivo. Como si por momentos no supiesen que estaban frente a miles de espectactadores en un escenario internacional. La cara de Gasol con sus 34 puntos mostraba la frustración de un equipo que parecía carente de trabajo y alternativas a un esquema de juego obsoleto durante los segundos 20 minutos. Con Rudy más pendiente de lo extradeportivo que de lo que pasaba en cancha, y con un Hernangómez en el banquillo que se estaría preguntando porque no jugaba más viendo el despropósito que se veía en la cancha. El pívot del Madrid cuajó unos minutos formidables, y fue capaz de proponer muchas cosas diferentes el tiempo que estuvo en pista. 

Italia hizo su juego. Belinelli, Gentile, Gallinari, Aradori e incluso Bargnani supieron desde el momento qué proponer en ataque a la selección aun siendo conscientes de su inexistente defensa exterior y balance defensivo. España se confió tras los primeros 20 minutos, y como ya ha ocurrido varias veces en los últimos años, demostró que con una sola referencia en el juego ofensivo es díficil ganar a buenos equipos. 

A seguir sudando, qué dicen algunos.

La pérdida del australiano más especial...

Estaréis conmigo en que la peor noticia de la pasada madrugada ha sido conocer el alcance de la lesión sufrida durante el encuentro de exhibición de la selección australiana, donde Dante Exum, base de Utah Jazz ha sido diagnosticado con el temido "Torn ACL" tras una penetración a canasta en la que su rodilla dijo basta sin motivo aparente. Exum abandonó la cancha inmediatamente, pero la falta de contacto en la entrada y el mal gesto del jugador hacía presagiar que el joven jugador de segundo año de los Jazz se uniría a la larga lista de jugadores con su misma lesión en las últimas temporadas.

En la susodicha, muchos son los bases que aparecen con una carrera marcada por una de las peores lesiones que un jugador profesional puede sufrir. Entre ellos destaca la estrella de los Bulls, Derrick Rose, Rajon Rondo o hasta nuestro Ricky Rubio durante su temporada de novato. La terrible lesión se confirmó durante el día de ayer, asumiendo por tanto la baja segura para la temporada 2015-2016. Sin entrar en el debate de si es correcto o no por parte de las franquicias ceder a sus jugadores para exhibiciones (Mark Cuban abría una "conversación" que todavía trae cola), el gran damnificado además del propio jugador, que afrontaba su segunda temporada en la liga como clave para su desarrollo como jugador, es la franquicia de Salt Lake City.


Exum ha sido uno de esos extraños fenómenos atípicos que han impactado a la liga de forma diferente a lo habitual, apartando por un momento de la mente a esos rookies con números estadísticos llamativos que se llevan todas las portadas cada día en la prensa. Sus números a lo largo de la 14-15 han sido más que discretos, pero la sensación de tener a un jugador diferente a tu disposición es la que hace a los aficionados de los Jazz saber que entre manos tienen a un activo especial, de esos que pueden hacer a una franquicia cambiar su rumbo tras años en la deriva desde puntos de vista diferentes a los que todos estamos acostumbrados. Muchos fueron los que criticaron la selección en el draft con Trey Burke en el roster, seleccionado dos años antes y con claro objetivo de ser el timón de la franquicia desde el puesto de point guard. Los Lakers suspiraban por él tras ver destellos de Kobe en algunos movimientos, pero en cambio se encontraron con otro miembro del club maldito, Julius Randle, que finalmente podrá hacer su debut con los de oro y púrpura esta temporada.

Pero lo que nadie sabría allá por el mes de Junio es que el impacto del australiano sería decisivo de cara a una segunda mitad de la temporada en la que Utah volvió a asemejarse a ese equipo rocoso, trabajador y luchador, no falto de talento por supuesto. Una imagen que volvió a recordar a esos Jazz de Sloan, primero dirigidos por unos sensacionales Stockton y Malone, secundados en los la última década por un soberbio y distinto Deron Williams, y activos como Kirilenko, Okur y Boozer entre otros. Todos los elogios se los llevó (y con merecimiento dicho sea de paso) un center francés de 2,16 procedente del Cholet (y al que en su día dediqué un artículo que podéis leer aquí), pero lo que ha pasado desapercibido para la mayoría es el impacto defensivo que tuvo la incursión en el quinteto inicial de un chaval de 19 años que dió su salto a la fama jugando en un college en Camberra a más de 600 km de su Melbourne natal.

A pesar de que este año era el de su desarrollo como arma ofensiva en el sistema de Snyder (que ha preferido de él en su año rookie su capacidad para defender cualquier posición exterior, cediendo el protagonismo en ataque al dúo Burke-Hayward), Exum mostró en los últimos meses de competición sus condiciones para ser uno de los mejores defensores perimetrales de la liga en las próximas dos décadas. Su velocidad de piernas, su desplazamiento lateral, y su envergadura de casi 2,10 cumplen todos los requisitos para ser uno de los combos más eficientes de toda la liga. Su rating defensivo individual es el más alto de los Jazz en proporción a minutos jugados (por encima de 20), incluso por encima de los monstruosos datos registrados por Gobert, y su actividad atrás han hecho de Utah la mejor defensa de toda la liga en la segunda parte de campaña.


Números de Utah con Exum en el quinteto (NBA)
Su capacidad atlética le convierte en un monstruo en la defensa uno contra uno, uniéndose en perfecta armonía sus interminables brazos con un desplazamiento lateral que impide el superarle por velocidad de manera holgada. Muchos han sido los bases que se han encontrado con problemas para superar la primera línea de presión de los Jazz, llegando con dificultades a la zona de ejecución.

Su primer paso tan característico le convierte además en amenaza clara en un sistema de transiciones rápidas, donde ha demostrado a lo largo de la campaña su capacidad para correr tras robo o recuperación defensiva de sus compañeros. Según diversos medios y entrenadores, el trabajo ofensivo en verano hacían apuntar una mejora de Exum en su agresividad de cara al aro (virtud por la que se le conoce desde su etapa en las distintas categorías inferiores de la selección australiana), y por ello Snyder tenía en mente concederle mayor protagonismo en el sistema de ataque de los Jazz en busca del esperado salto a los Playoffs. En propias palabras del jugador, su capacidad de absorber contacto y aumentar su capa muscular eran los objetivos prioritarios que se marcaba a nivel personal de cara a la próxima campaña, continuando su evolución de cara a asentarse en el puesto de 1 en la NBA.

La capacidad de recuperación del ligamento cruzado anterior todavía no es una ciencia exacta, a pesar de que se ha demostrado en los últimos años que los tiempos de acción-reacción se pueden recuperar en más de un 90%. Es más el factor psicológico el gran afectado en este tipo de lesiones, lo que puede suponer un punto a favor de cara a la recuperación de Exum, que tendrá tan sólo 20 años cuando vuelva a las canchas de baloncesto para el inicio de la temporada 2016-2017.

La reponsabilidad por tanto vuelve a las manos de Trey Burke (criticado fuertemente por su mala defensa hasta la llegada de Exum al quinteto) que cuenta en los números y defensa del periodista David Locke con una última oportunidad para demostrar que el perfecto sistema defensivo de los Jazz podrá continuar la temporada que viene en busca de ese 8º puesto que les permita volver a esa ansiada postemporada tras varios años encontrando su identidad.

Los números engañan (menos a Barkley claro) y Exum es el máximo exponente de ese tipo de jugadores a los que a la espera de que las estadísticas lleguen (que lo harán) se convierten en pieza clave de un equipo que tiene todas las papeletas para obtener un futuro brillante. Todos los ánimos del mundo desde aquí.

No se había acabado... (Situación actual de la web)

Hola a todos lectores.

Como ya os habréis dado cuenta vía twitter y creación de noticias, la actividad de la web ha cesado en las últimas semanas de forma drástica. Todo tiene una explicación, y es que además de anunciar cambios en 2 Tiros Libres, esta entrada se crea para comunicaros que se ha abierto la posibilidad para mí de colaborar en un nuevo proyecto más grande en el que voy a implicarme en la medida que sea posible. El tema central como no es el baloncesto, y por tanto tras pensarlo detenidamente y teniendo en cuenta que no tenía sentido el seguir manteniendo un proyecto similar por separado cuando voy a realizar uno en común, 2 Tiros Libres sufrirá un giro drástico a partir de ahora.

La web dejará de ser un portal diario de noticias y contenidos sobre el deporte que nos apasiona, para transformarse en un sitio para mi reflexión personal sobre todos los temas relacionados con el basket internacional, haciendo hincapié como no en los dos principales activos que más me gustan y que más han aparecido a lo largo de esta etapa, NBA y baloncesto universitario. Las fechas de publicación de contenidos aquí serán de forma continuada pero no constante, por lo que no quiero dar fechas exactas. Simplemente seguidme si os apetece y compartir y leed todo aquello sobre lo que me apetezca escribir en un momento dado y en un sitio concreto.

En cuanto al segundo proyecto del que os hablaba, tengo el placer de anunciar que colaboraré activamente en una nueva web que saldrá a la luz próximamente. Full Basket (@full_basket_) me dará la oportunidad de seguir compartiendo diariamente contenidos de similar temática (especialmente basket universtario) con la opción de llegar a más gente, manteniendo informado a todo aquel jugón que busque información sobre una de las secciónes del baloncesto internacional que más ha crecido en conocimiento en España en los últimos años. Os invito a pasaros por twitter y seguir a este proyecto en común que dará a luz más pronto que tarde.

Un Saludo a todos y bienvenidos de nuevo a 2 Tiros Libres.